Los viernes  por la noche ya se ha convertido en una tradición comer sándwich para cenar. Al principio los hacíamos de cualquier cosa, pero nos hemos ido sofisticando y ahora ya los hemos convertido en auténticos delicatesen.

Aquí sí que no me atrevo a dar ingredientes… Nosotros hacemos un variado que aquí os dejo por si sirve de orientación …

Mi marido y mi hija coinciden en el bacon… Tiras muy finas, pasadas por la paella y acompañadas. A mí me gusta más el jamón serrano acompañado con queso Camembert.

Los cogollos son innegociables (por eso de que hay que comer sano 😉 y en función de la época solemos incluir pepino, pimiento.

Atún con pimientos del piquillo es también otro de mis preferidos.

También hemos ido sofisticando y uno de los favoritos de mi marido es el de berenjena (cortada en lonchas muy muy finas) pasada por la plancha, con un poquito de aceite y acompañada con parmesano.

Ya veis que al final casi cocinamos igual o más incluso que un día normal, pero se ha convertido en un ritual de compartir los tres la cocina, discutir sobre los ingredientes, hacer propuestas nuevas…

Una vez montamos los sándwiches, los cortamos en cuatro triángulos y nos gusta tostarlos un poco en la sartén, con un poquito de mantequilla.

En lo único que coincidimos 100% es en la salsa… Después de probar unas cuantas, nos hemos quedado con la clásica Tártara Sauce&More.